“El propósito de tu vida es encontrar tu propósito”
Muchos estamos despertando y comenzando a cuestionar cuál es nuestro propósito de la vida. Comenzamos a comprender que la felicidad no está en este mundo capitalista vertiginoso de hiper conectividad, competencia y apariencias vacías.
Estos roles que actuamos esconden una sociedad que sufre en silencio. En frustración y soledad cada cual con su historia personal, es preso del stress, la ansiedad, depresión, apatía, miedos, agresividad y todos los aspectos más negativos de la humanidad.
Pero cuando nos detenemos a mirarnos, vemos que todos estos síntomas tienen un profundo significado: Nos distrajimos en un mundo carente de sentido. Perdimos dirección en el propósito de nuestras vidas. Olvidamos preguntarnos: Dónde estoy? Qué estoy haciendo? Hacia dónde debo ir? Cuál es mi camino? Para qué estoy aquí? Hay algo más que esto?
Si no sabemos hacia donde estamos yendo, podemos estar seguros de una cosa: Nunca llegaremos a ningún lado. Puede parecer que avanzamos pero estaremos girando en falso eternamente, sobreviviendo, sacando el menor provecho de la vida.
Hasta que algo sucede: llega nuestro momento y reaccionamos. Algunos necesitan atravesar por momentos críticos para despertar, otros simplemente sienten la necesidad de vivir mejor. Cualquiera sea el caso, aunque parezca algo aterrador, encontrarse cara a cara con el vacío existencial es un paso enorme en la evolución de todo ser humano.
La crisis de conciencia es primer paso hacia el despertar. Una vez aquí no hay vuelta atrás. Es momento de replantear la estrategia y asumir la responsabilidad que implica tomar las riendas.
¿Pero, por dónde empezar?
Encontrar el propósito de la vida no es tarea fácil. Hace falta buscar guía, ayuda.
Existen disciplinas ancestrales que cubren esta temática con muchísima profundidad. Sabidurías muy antiguas que tienen respuestas para las problemáticas del ser humano y su rol en el mundo.
Una de las más valiosas herramientas con la que cuenta el ser humano para conocerse y comprender el profundo sentido de su vida es la Astrología.
Esta disciplina milenaria que poco a poco va dándose a conocer con más profundidad. Hoy en día ya accedemos a muchísima más información que hace unos años atrás y esto nos da acceso a conocimiento clave para la evolución de todo ser humano.
La Astrología nos provee una guía simbólica del ADN DEL ALMA. Un mapa que nos muestra nuestro potencial desarrollo y camino de vida. Un puente hacia el interior: Esto es La Carta Natal.
Sabiendo el momento en el que nacimos, la posición de los planetas de nuestro sistema solar en ese preciso instante nos develan un complejo mapa simbólico de nuestro verdadero ser, los aprendizajes y el recorrido que nos corresponde transitar en esta vida.
“La Astrología es un lenguaje, si lo entiendes el cielo te hablará” Dane Rudhyar
La interpretación de nuestra Carta Natal es un viaje de autoconocimiento: Nos permite tener una mejor comprensión de nuestra vida en todos sus aspectos y obtener además las herramientas para alcanzar nuestro potencial.
Al fin de cuentas todos buscamos exactamente lo mismo: Vivir con paz interior, amor, felicidad, salud y abundancia.
Para lograr esto es vital desarrollar un buen auto estima, amor propio, confianza, certeza, energía positiva, generosidad, motivación.
Este es el bienestar que se consigue cuando tomamos las riendas y nos embarcamos en el camino del desarrollo personal. El camino que nos lleva a que las piezas caigan `milagrosamente´ en su lugar . Ahí donde todo fluye, esto existe!
Cuando decidimos comenzar nuestra búsqueda interior ya nos encontramos en una vida con propósito, dónde el verdadero ser comienza a desplegarse a su debido tiempo. No importa cuánto nos demore llegar, ni siquiera importa si llegamos a alguna parte, ya que la búsqueda de propósito se trata en definitiva de cómo decidimos vivir el viaje.
¿Cómo quieres que sea tu experiencia en esta vida?
>Para profundizar más en la Astrología como guía para encontrar el propósito de vida te invito a ver este Webinar gratuito “Una mirada Astrológica”
Bárbara Rojkes
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