Según la mirada astrológica, una foto de los planetas en el cielo al momento de nuestro nacimiento determina un dibujo geométrico, un mapa: La Carta Natal.
Allí es donde se van a definir nuestras energías según los 12 signos del Zodíaco y la posición de los astros..
En ese mapa hay tres funciones que son fundamentales y van a definir una parte esencial de nuestra vida y ellas son: El Sol, la Luna y el Ascendente.
EL SOL:
Está simbolizado por nuestro signo según el mes y día en que hayamos nacido (Géminis, Sagitario, etc).
A través de la cualidad de ese signo es que expresamos con fuerza la función Solar, irradiamos esa energía y nos sentimos plenos y vitales. El Sol nos da identidad. “Ese soy yo”.
LA LUNA:
Representa lo afectivo y rige el mundo de las emociones. Es un refugio emocional cómodo, seguro e inconsciente.
Se pide o se da afecto con la cualidad del signo lunar: la persona se siente confiada en esa vibración. Ese mundo afectivo primario es de vital importancia en la primera infancia.
EL ASCENDENTE:
Para saber el signo de nuestro Ascendente es fundamental conocer el horario exacto de nacimiento y así poder crear la Carta Natal.
Su significado no es sencillo de comprender porque se trata de algo abstracto.
No es un astro en el cielo ni es una energía en sí misma.
Representa una serie de situaciones que nos va a ir mostrando la vida para que aprendamos a desarrollar las cualidades de ese signo.
El Ascendente nos va a “teñir” nuestra vida con la naturaleza del signo que le ha tocado.
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