EL TALENTO DEL FUEGO Y EL TALENTO DEL AIRE
Los signos de Aire (Géminis – Libra – Acuario) tienden a ver y entender la realidad con un filtro mental, racional, lógico.
Tienen la habilidad de ver las cosas con cierta objetividad sin dejar que ninguna emoción interfiera en su interpretación.
Es decir, ven una realidad más bien neutra y con una necesaria frialdad. Las cosas como son.
Ósea que son especialmente buenos a la hora relacionarse con los demás ya que poseen la natural empatía y capacidad de “ponerse en el lugar del otro”
La habilidad para escuchar, interpretar y comprender otro punto de vista que le permite ver las diferentes verdades.
¡Todos los puntos de vista son válidos! Ya que cada uno ve las cosas desde otro lugar.
¡Gran talento! Que puede volverse un gran desafío en algunos momentos.
LA DUDA: La consecuencia de ver las cosas con tal neutralidad que es imposible distinguir qué el lo mejor, lo más oportuno, lo más conveniente.
Cuando se analizan las situaciones únicamente desde el nivel mental, todo es válido, todas son opciones igualmente buenas y con todos los argumentos que las sostienen.
El Aire puede pasar horas analizando una situación desde todas sus perspectivas. Y lo peor de todo: ¡Es incapaz de tomar una decisión!
No hay jerarquía, todo es igualmente posible y aceptable. La duda puede ser bastante agotadora y limitante. No permite avanzar, ni tomar decisiones, ni definir.
La duda, el ir y venir, cuestionar, replantear lo ya decidido es estar aferrado al miedo. Es la falta de confianza en uno mismo y en sus propios deseos. Es la gran exigencia de mostrarse juicioso y de no cometer errores.
Aquí es el momento donde el Aire tiene que hacer un salto cuántico y buscar su opuesto: El Fuego.
El contacto con el instinto, con la intuición, con lo visceral. Con esa voz interna que transmite confianza y dice: “Es por aquí” … “Y si te equivocas no pasa nada, lo importante es entregarse a la experiencia”
Me gustó una expresión acerca de Libra: “JUMP IN, THE WATER IS FINE” ¡Ya, salta, que el agua está bien!
El fuego es decisivo y asertivo, y cuando llega ahí donde nadie más se ha atrevido a llegar, es todo gracias a su CERTEZA.
No hay mayor paz en la vida que tener certeza en el corazón. Sin dudas, ni cuestionamientos, conectar con la voz interior y accionar con confianza.
La certeza tiene que ver también con la confianza en la vida, con lo espiritual y lo divino. Saber que las decisiones no las debemos tomar solos, que es lo que hacemos cuando nos obsesionamos en el análisis y terminamos en un bucle laberíntico sin salida.
Las decisiones más sabias las tomamos cuando dejamos de lado la mente, hacemos silencio y pedimos recibir inspiración. Si confiamos en este proceso del espíritu, la vida se ocupa de mostrarnos con claridad lo que necesitamos ver. Esa claridad tan contundente que sabemos con CERTEZA cuál es el camino!
Si esta temática te resuena, te deseo que puedas integrar Mente & Cuerpo para usar de forma equilibrada la Lógica y el Instinto!