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LA VIDA ES UN JUEGO

¿Y si la vida es un juego, y hay que aprender a jugarlo?



Hace tiempo comencé a pensar que las cosas que pasaban en mi vida, debían tener un significado especial para mí, más allá de comprenderlo o no, por algún motivo esto me debía estar sucediendo en estos momentos por alguna razón.


Como muchas otras personas me ha tocado vivir pérdidas de seres queridos, conflictos difíciles de sobrellevar, momentos no tan buenos.Situaciones que se presentaron en mi vida con o sin aviso, pero de cualquier forma, difíciles de superar.


¿Por que me esta pasando esto a mi? Es una pregunta que comencé a invertir por ¿que tengo que aprender de esto que está sucediendo?


Aunque debo decir que muchas veces caí en la tentación de quedarme en el simple reclamo, el sufrimiento, la culpa y el inevitable reproche hacia nuestra fuente creadora, ¿por que a mí?


Es un hecho que la vida nos trae permanentemente escenas diferentes que son necesarias para aprender a vivir. Difícil de aceptarlo, ¿no?


Por qué tengo que aceptar que debo sufrir para aprender a vivir?


Encontrando un sentido a las circunstancias que atravesamos, con dolor o no, es cuando superamos el desafío que nos toca vivir. Integrando la parte “oscura” de nuestras vidas, personas que no queremos o aceptamos, confiando que lo negativo hay que integrarlo para “pasar de capítulo”. Al integrar el conflicto, aprendemos.


Una frase que siempre me resonó de Friedrich Nietzsche, “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo”


“No necesitamos vivir sin adversidades, sino saber que van a existir, que son parte de la vida y que debemos luchar por algo que merezca la pena, dar un sentido.


El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia” -Viktor Frankl-


Nuestra ruta de destino para vivir en armonía , contiene un conjunto de experiencias y vivencias que podemos considerar en momentos esperadas o muchas veces sentir que son injusticias, castigos por haber hecho algo mal , o peor aún creer que no nos corresponde vivir malos momentos.


Con el tiempo fui descubriendo que existen “herramientas”, para ayudar a nuestra paz interior, a evitar pensamientos e ilusiones, observando lo que sucede y aprendiendo a silenciar nuestro ego. Tarea muy difícil!


Cambiar desde adentro , poco a poco, entrenando la mente, aprendiendo a escuchar lo que el universo nos trae como lección, es el camino hacia la plenitud, no es fácil, nada fácil, sin embargo, reconociendo la “contrapartida” ( nuestro lado no reconocido), encontraremos la paz interior de a momentos o de forma continua.


Perdonar y dar amor, pueden sonar herramientas muy “livianas” cuando se trata de enfrentar un conflicto o una situación difícil, sin embargo son los principales nutrientes para evitarlos. Evitar involucrarse ya sea con el pensamiento o con la acción nos ayuda a reconocer el conflicto como parte de uno, es lo que nos toca vivir para aprender para seguir adelante.


Tomemos la vida como un juego, lleno de desafíos y “pistas” a descubrir, no todos los niveles son fáciles y existen muchas interferencias que nos llevan a la desilusión, a la queja, al disgusto, pero tenemos una razón de ser y vivir, tal vez no seamos del todo conscientes de ello.


Tal vez no esperes nada de la vida, no comprendas aún tu propósito de vida, a que viniste al mundo, sin embargo, la vida ciertamente espera algo de tí.


Todo lo demás no deja de ser un juego


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